En Que Copa Se Sirve El Vino Blanco?
Fermin De Marco
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Pautas para elegir una copa para vino blanco – Aunque lo esencial dentro del mundo del vino es que disfrutemos de él, hay que tener claro cuáles son las principales características y elementos de una copa de vino y cómo éstos influyen en su percepción a la hora de consumirlo.
Lo primero en lo que hay que fijarse es que la copa tenga el fondo curvado. ¿Existen copas planas? Sí, pero para beber vino lo ideal es una copa cuyo fondo sea redondeado con el fin de que el aire ayude a airear el vino, dejando que desarrolle su aroma correctamente. En cambio, la parte superior de la copa debe finalizar en forma cónica para que no se escapen los aromas fuera de ella.
En segundo lugar, es fundamental que la base y su tallo sean lo suficientemente anchos y alargados, respectivamente, como para que la mano no toque el cáliz. Si lo hace, el vino terminará por calentarse. Según lo establecido por el International Standard Organization, la medida estándar en copas es de 5 centímetros de alto pero en el mercado se pueden encontrar muchísimos tipos de copas diferentes en base a los gustos de cada uno.
¿Qué copa se utiliza para cada vino?
1. Copas para vinos tintos – Para los vinos tintos se utilizan las copas tradicionales de tulipa o las impitoyables ovaladas con la boca ligeramente cerrada para concentrar el aroma y que el vino no se airee de forma excesiva. Los vinos crianza, reserva o gran reserva se servirán en una copa ligeramente mayor y algo más abierta.
¿Como debe ser una copa de vino blanco?
Tipos de copas para vino
Principales tipos de copas en función del vino – Como hemos visto, las formas y tipología de cada copa pueden potenciar o atenuar diferentes características de un determinado vino. Por ello, podemos encontrar diferentes modelos de copa, cada uno de ellos adecuado para un tipo de vino en concreto.
Copa de vino tinto
Los principales tipos de copas que se comercializan para servir vinos tintos son las de tipo Borgoña y las de tipo Burdeos, Ambas son copas grandes, con bases de cuerpo redondas que permiten que el vino gire correctamente en su interior. Son también amplias, facilitando la oxigenación.
- La de tipo Borgoña tiene la base algo más abultada y el cuello más cerrado lo que, como ya sabemos, facilita la evolución y la concentración de aromas.
- Es una copa especialmente diseñada para degustar vinos elaborados con la variedad pinot Poir, pero sirve también a la perfección para realzar las características de vinos envejecidos de Rioja, Ribera, de Toro o del Bierzo.
El modelo Burdeos, por su parte, es el tipo de copa más común. Se presenta como una copa algo más estilizada. Su boca, más ancha que en la copa Borgoña, permite que el vino se reparta desde el centro de la boca, minimizando el amargor de los taninos del vino.
Copa de vino blanco
La copa para vino blanco es muy parecida a la de Burdeos en la forma, pero con un tamaño algo menor en el cuerpo y un tallo más prolongado. La boca de la copa suele ser también más abierta, para potenciar el dulzor en el caso de los vinos blancos más frescos.
Copa para vinos espumosos
Los vinos espumosos se sirven, por lo general, en copas de tipo flauta. Son copas alargadas, muy estilizadas y estrechas, con tallos también largos y finos. Este tipo de vinos deben servirse fríos, por lo que la forma de la copa sirve para evitar la subida de la temperatura del vino.